El conflicto en curso entre Israel y Hezbollah, exacerbado por la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y las acciones militares israelíes, amenaza con extenderse hasta 2025, con serias implicaciones para la frágil economía y estabilidad política del Líbano, según S&P Global Ratings. El conflicto ya ha llevado a un desplazamiento humano significativo, con aproximadamente un millón de personas afectadas, lo que agrava aún más los recursos del país, que ya están sobrecargados por albergar a unos 1.5 millones de refugiados sirios. S&P ha clasificado la calificación de moneda extranjera del Líbano como ‘SD’ (Default Selectivo) debido a la persistente incapacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones en moneda extranjera desde marzo de 2020, mientras que las calificaciones en moneda local permanecen en ‘CC/C’ en medio de un aumento de los riesgos de default. La fragmentación política y los retrasos en reformas críticas de gobernanza se espera que obstaculicen los esfuerzos de recuperación, empujando al Líbano más profundamente en la crisis.