Los hoteles, al ser espacios de acceso público, tienen la responsabilidad de asegurar la máxima protección de la salud y el bienestar de sus visitantes. En este sentido, se plantea la necesidad de que las autoridades reguladoras aseguren que los establecimientos de alojamiento implementen medidas adecuadas de prevención. La propuesta sugiere que el sector asegurador asuma un papel más activo, evolucionando de la mera transferencia de riesgos a un enfoque proactivo de seguro preventivo. Esta transformación se puede lograr mediante la asignación de la responsabilidad de supervisión a las compañías de seguros, garantizando así la reducción de vulnerabilidades de seguridad en la industria hotelera. Esta iniciativa podría acompañarse de la obligación de contar con un seguro específico, además de los permisos de funcionamiento.