Aon ha estimado que las pérdidas aseguradas por las tormentas que azotaron los EE. UU. y Canadá durante el fin de semana del 17-18 de agosto de 2024 alcanzarán «cientos de millones de dólares». Las tormentas ocasionaron intensas lluvias en áreas como Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York y el centro-sur de Ontario, lo que llevó a inundaciones significativas. En Connecticut, algunas regiones experimentaron lluvias históricas, con las autoridades locales indicando que algunas áreas registraron casi 9.4 pulgadas en 24 horas. El impacto de la tormenta siguió a eventos climáticos severos anteriores, lo que generó preocupaciones sobre los riesgos de inundación en la región.
