El equipo de respuesta a eventos de Moody’s RMS ha estimado que las pérdidas aseguradas en el mercado privado por el Huracán Francine no superarán los 2 mil millones de dólares, mientras que las pérdidas para el Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones se proyectan por debajo de los 200 millones de dólares. Se espera que la mayoría de estas pérdidas ocurran en Luisiana, principalmente debido al daño por viento, ya que la tormenta enfrentó un considerable cizallamiento del viento antes de tocar tierra, lo que limitó su intensidad. El Huracán Francine tocó tierra el 11 de septiembre como un huracán de Categoría 2 con vientos que alcanzaron las 100 millas por hora, causando marejadas y fuertes lluvias, pero evitando que ciudades importantes como Nueva Orleans sufrieran vientos severos. Se anticipa que este evento sea manejable para el mercado de (re)aseguramiento en medio de una activa temporada de huracanes.