Un derrame de al menos 2,400 toneladas de fuelóleo pesado tras el hundimiento de dos petroleros en el estrecho de Kerch ha desencadenado una crisis ambiental en Rusia. Las autoridades luchan contra la urgencia del desastre mientras las estimaciones de daños económicos alcanzan los 33 mil millones de rublos. La muerte de delfines y la amenaza a la fauna aviar preocupan a los ambientalistas, quienes advierten sobre la expansión del derrame hacia aguas rumanas y búlgaras. Fuente y detalles de la noticia