Los vecinos de una fábrica en Louisville, Kentucky, han reportado olores extraños durante años antes de una reciente explosión que mató a dos trabajadores e hirió a once más en Givaudan Sense Colour, una empresa que produce colorantes alimentarios. Testigos describieron varios olores, que iban desde amoníaco hasta azúcar quemado, lo que llevó a los residentes locales a expresar preocupaciones sobre la seguridad. La explosión causó daños significativos, incluyendo el colapso parcial del edificio, y ha llevado a una investigación por parte de autoridades locales, estatales y federales para determinar la causa. Givaudan, que adquirió la fábrica en 2021, está cooperando con la investigación tras un historial de problemas relacionados con la contaminación en el sitio.