Los miembros del equipo de transición del presidente electo Donald Trump están priorizando el establecimiento de un marco federal para vehículos autónomos dentro del Departamento de Transporte. Este movimiento tiene como objetivo facilitar las regulaciones federales actuales que obstaculizan el despliegue masivo de automóviles autónomos, beneficiando a empresas como Tesla, dirigida por el donante de Trump, Elon Musk. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) actualmente permite a los fabricantes desplegar solo 2,500 vehículos autónomos anualmente, pero se busca una legislación más amplia para permitir un aumento en la producción y guías más claras. A medida que avanzan las discusiones, podría haber potenciales candidatos para roles de liderazgo en el Departamento de Transporte, incluyendo al exejecutivo de Uber, Emil Michael.